lunes, 1 de octubre de 2007

De mares, olas e infiernos

Una de las cosas que más me desconcierta es la falta de continuidad en muchos comportamientos humanos. La intermitencia.
Ciclotimia en lo personal,
borrasca en lo ambiental,
irregularidad en lo profesional.
Cada vez estoy más seguro de que cualquier consolidación, cualquier cimentación ha de llegar a través de lo intermitente. Supongo que, simplemente, a veces no estoy suficientemente seguro.

La intermitencia, la irregularidad, los altibajos.
La continuidad, la regularidad, la estabilidad.

Leo.
Leo de aquí y de allí.
Leo historias buenas, (las menos)
regulares, lineales, (son las peores)
malas. (ésto se perdona, la indulgencia del que tampoco sabe cómo contar)

Regular, vulgar, mediocre.
Entonces las páginas resbalan sobre mí. Como si estuviera cubierto de un plástico finísimo. A veces ni siento que resbalan. Simplemente oigo el ruido que producen al caer.

Banal, vacuo, intranscendente.
Me dan igual todas tus reflexiones o miedos. Todas tus historias. ¿Qué tienes que contarme? Tienes algo realmente nuevo que decirme. Déjalo. No prende. Mi cabeza es una cerilla mojada.

Vidas. Muchas vidas. El infierno son los demás. Es una frase de Sastre. Tantas vidas y tantas historias aplanan cualquier intento de sobresalir…

Dar sentido a todo esto. Las historias (las nuestras, las tuyas, las de ellos) se vuelven uniformes. Uniformes como muestra de unicidad pero uniformes, también, como trajes, como banderas con las que presentarse a los demás.

A veces me ocurre. No escucho lo suficiente las letras de las canciones.

La letra decía “… puede ser que el mal domine tus horas …”
Yo entendí “… puede ser que el mar domine tus olas …”

Me parece más bonita lo que oí.

Le veía mucho más sentido. La metáfora es cursi pero tremendamente explicativa. Olas en el mar. El mar, a la larga intentará tragarte. El mar son los demás. El infierno son los demás.

Lucharemos, seguro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale, bueno... Si no te venía bien quedar mañana haberlo dicho, hombre... En fin, que no hacía falta tanta letra...
Yo por mi mantenemos, pero como veas...
Besos

Sinclair

PS: je, je

Fernando J. López dijo...

ciclotimias, irregularidad... si la vida fuera lineal o continua sería predecible y, por ende, una invitación a evadirse de su experiencia

la curva, la imprevisión -aunque sea en la monotonía de su generalidad- es lo que le confiere emoción, que no sentido

que la vida tenga o no sentido hay veces en las que ya no me preocupa: entonces sé que es intenso mi vivir y en ese momento, cuando se me cae al suelo la filosofía, también es cuando me siento intensamente vivo (o ciclotímico)

besos en zigzag de un irregular nato... you know ;-)

Fidelio dijo...

... pues tienes razón ... La busqueda del sentido es el sentido ... Yo cuando más abajo estaba no era cuando se me caía la filosofía al suelo ... era cuando no estaba demasiado seguro de tener filosofía detrás de mis actos ...

Suerte esta noche. El trabajo me impide, de nuevo, ir a ver (oir) tu texto ...